
Me he visto. Ha sido en tus ojos. Nos los hemos buscado, y se han encontrado una, diez, cien veces….podrían haber sido mil. Nada como verte en otro, como descubrirte en otro, como sentirte en otro. Tu mirada ha convertido nuestro abrazo en todas las palabras que han quedado pendientes.
Antes nos buscamos las manos, y antes, un tiempo donde encontrarnos. Y el encuentro ha sido una despedida, una promesa muda, un deseo mudo.
Y lo has dicho. Miedo.
Sí, con qué facilidad se nos apodera, ese gran señor. Un abrazo (sin miedo)
ResponderEliminaro acelerar
ResponderEliminarhasta la temeridad.
Verse en la mirada de otro nos enseña perfiles nuestros que no sabíamos que teníamos.
ResponderEliminarY a veces, solo a veces, la mirada dice mejor que las palabras.
Para alejar al miedo nada como hacer caso al deseo.
Y para el que tiene miedo todo son ruidos.
ResponderEliminarAbrazos de gracias.
Mirando tus ojazos, a mí se me quita el miedo.
ResponderEliminarY eso que soy el coco. Te echo de menos. Al miedo no.