domingo, 31 de octubre de 2010

Tres




Rojo...rojo sangre...rojo vida...
Verde...verde quirófano...verde esperanza...
Blanco...blanco enfermera...blanco...quiero dejar mi mente en blanco...

Silencio a silencio han caído estos días, lentos, infinitos.

Hoy al llegar a casa, la vida se vuelve a llenar de colores.

sábado, 23 de octubre de 2010

Puedo


Ella cree que puede.
Y debe poder, hasta ahora lo ha hecho.

Pero de repente se derrama una gota...y entonces le parece un océano, y se le olvida que sabe nadar.

miércoles, 13 de octubre de 2010

viernes, 8 de octubre de 2010

Viernes

Me pregunto qué es lo que ven los demás de nosotros que nosotros no vemos.

Creo conocerme bien. Creo saber cuales son mis limitaciones, mis cualidades, que alguna hay, aunque ayer alguien me dijera: tú siempre tan modesta, mis defectos, mis posibilidades. Creo haber sentido, antes de que me dolieran, mis fracasos anunciados y haber anticipado alguno de mis éxitos.

Pero a pesar de llevar todos estos años conmigo misma, aceptándome, entendiéndome, justificándome, exponiéndome o protegiéndome, siempre hay cosas que sorprenden.

Es educado, dulce, guapo y parece mucho más joven de lo que en realidad es. Escribe canciones, dice que me sorprenderían sus letras.

Sin conocernos una tarde te pusiste al lado de mi mesa, y me lo contaste todo. Yo no pregunté, sólo te miraba y escuchaba. Dejé que te vaciaras. La otra tarde, ya sentado a mi lado, lo hiciste de nuevo. Debe escocerte mucho para que necesites volverlo a hacer. Y yo te volví a escuchar. A veces uno necesita contarlo muchas veces para que deje de doler, yo lo hice, ahora me doy cuenta de que quizá durante mucho tiempo, pero seguramente era el que necesitaba. Y él lo necesita ahora.

Esta mañana has llegado, yo ya estaba en mi mesa. Desde la puerta has ido dando los buenos días, has encendido el ordenador y te has sentado. De repente te he visto de nuevo a mi lado, te estabas agachando y me has dado dos besos. Nos han mirado todos.


¿Qué ha visto?

martes, 5 de octubre de 2010

Eran tan pequeños....me siento tan pequeña

Y espero, y espero que sea como antes, aunque sepa que ya nunca lo será.

No puedo dormir, me dice. No puedo. Y a mí encantaría acunarle, y llevarme su pena, llevármela donde no la pueda encontrar. Y devolverle la sonrisa a esos ojos azules que ahora están tristes. Y cantarle una nana, o contarle un cuento y llevarle al sueño. A un sueño feliz. A un sueño imposible.

Y con él también lo intento, intento llegar a él a través de mil recovecos, me acerco con cuidado, intentando no espantarle. Y le pregunto, sin preguntarle, y le cuento y le pido que me cuente. Y a veces se escapa, y otras lo consigo, consigo acercarme a él, y así intentar atrapar parte de su dolor y enseñarle que hay mil cosas que es capaz de hacer. Y hacerlas bien.

Y aunque ellos me dan sombra, soy yo la que quiero acogerlos en la mía.