Ferliz

Hoy alguien que lleva en mi vida poco más de seis meses me ha dedicado esta canción, a sabiendas de que iba a hacerme llorar...
Creo que es su homenaje personal a tantas horas de conversación y de confidencias, o al menos así lo siento yo. Y al final eso es lo que importa, lo que yo sienta.
Y este es mi especial homenaje a él, a su descubrimiento. 
Gracias por tantas teorías desgranadas sobre lo que somos y sobre lo que queremos ser. Sobre lo que deseamos y sobre lo que, por el contrario, hacemos.
Gracias por la paradoja, te hace mucho mejor persona.
Gracias por aceptar (porque te encanta llevar la contraria) que todo es un proceso, que no somos tan distintos. Que en parte sólo depende del lugar en el que estás colocado para que quieras lanzarte al vacío o disfrutar de las vistas.
Gracias por ver un poco más allá. 
Gracias por la piel.

Los sueños sueños son...

No me gusta el video, la letra no es profunda como para impresionar, ya lo sé, pero este blog tampoco lo es, así que no va a desentonar mucho aquí puesto, ayer la escuché y quiero creerlo, necesito volver a simplificar…

…Voy por la calle sorteando las baldosas, no es por manía, es porque hacerles daño me da cosa……y aunque huyo del destino, no volverá a irme mal...



(dos días intentando subir el video son suficientes...no le he conseguido)

http://www.youtube.com/watch?v=C8J7BSqfSy4

El espejo

Me he visto. Ha sido en tus ojos. Nos los hemos buscado, y se han encontrado una, diez, cien veces….podrían haber sido mil. Nada como verte en otro, como descubrirte en otro, como sentirte en otro. Tu mirada ha convertido nuestro abrazo en todas las palabras que han quedado pendientes.

Antes nos buscamos las manos, y antes, un tiempo donde encontrarnos. Y el encuentro ha sido una despedida, una promesa muda, un deseo mudo.

Y lo has dicho. Miedo.

¿de verdad será verde?

Hace un rato me lo contabas, el amor es una barra (en 3D) de luz verde.



Es verdad, el amor es cuestión de fe. La fe, ¿también es verde?. Porque yo soy verde, y no porque sea rara, que seguramente lo sea, sino porque vivo en la esperanza de que todo es posible, y la esperanza siempre fue verde, ¿o no?.

Caminamos por la oscuridad, esperando encontrar esa luz, ese haz de luz verde, infinita, ese haz de luz que nos de la confianza necesaria para pasar por la vida agarrado a él, sin miedo. Porque la confianza nos da luz y cuanto más miedo tenemos más cerca caminamos de la oscuridad. Si el amor es intenso la luz también.

Y me gustaría tenerte delante y que la luz que me guía a ti fuera infinita, infinita como el amor. Porque el amor, cuando es de verdad, no se puede medir.

Fracaso

Fracaso, es una palabra tan grande, que cuando ocurre lo llena todo, lo salpica todo. Y puedes saber que no depende sólo de ti, que da igual lo que hagas, la indefensión es tan enorme que no te deja ver nada más, se pega como el alquitrán en los pies cuando caminas por la playa y ya no hay puestas de sol, ni rumor de olas, ni brisa, sólo la mancha negra que te acompaña en cada paso.

Nieva

Ven. Aquí a mi lado.

Ya empezó a nevar.



Suena música, la dejé preparada aquella vez, por si ocurría.

Ya encendí la chimenea, y las velas y el incienso y las ganas. Ya encendí todas las ganas.

Las de buscarte, las de esperarte, las de mirarte, las de llegar a ti. Las ganas de caminarte lentamente, de engullirte, las ganas de envolverte con mis silencios, con mis gritos sordos, mis gemidos. Oigo el fuego, pero las ganas son de tus palabras. Encendí las ganas de perderme en el deseo, las ganas de olvidar que la vida es sólo un instante, un instante de vida y un instante de muerte. Ya encendí las ganas de manos, las ganas de dedos, de caricias, las ganas de brazos, de abrazos, las ganas de bocas, de besos, mis caderas te buscan y ya encendí todas mis ganas de sexo.

Encendí velas, una por cada una de mis ganas, velas para que la luz no ciegue la oscuridad en la que quiero estar, la oscuridad en la que me atrevo a enseñarte lo que soy y mis ganas.

Ahora no te vayas, que aún nieva.

Las ciudades invisibles

"El infierno de los vivos no es algo por venir: hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos.
Hay dos maneras de no sufrirlo.
La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo.
La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién
y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio".

En una semana se ha cruzado dos veces en mi camino. Sin duda prefiero seguir aprendiendo.